viernes, 20 de enero de 2012

84.- INDIGNACIÓN AUMENTOS ABUSIVOS, DE 1.951 a 2.012

INDIGNACIÓN AUMENTOS ABUSIVOS DE 1.951 a 2.012



En Barcelona allá por el año del franquismo 1.951, se produjo un aumento abusivo del precio del billete de tranvía, de 0,50 a 0,70 céntimos de peseta, es decir, encareciendo el billete en un 40%.


Hoy en la misma ciudad, y con un régimen democrático, estando España integrada en Europa, se produce otro aumento más abusivo aún, si cabe, de los billetes de transporte público; a partir del 1 de enero también se registrarán incrementos en la T-50/30, que pasa a 37 euros, es decir 3,5€ más que antes, (10%) y en el billete sencillo, pasa a 2 euros, es decir 55 céntimos más que antes (38% de aumento).


En 1.951 el movimiento obrero (estudiantes, trabajadores, clases populares...) se movilizó en la dictadura contra el aumento abusivo del billete de tranvía y lograron plantar cara a ese abuso y se protagonizó una Huelga que ganó a la dictadura. Y todo ello, con la ausencia de los sindicatos libres.


La Huelga fue por supuesto prohibida y perseguida por el régimen; ese acto no sólo se germinó por los aumentos abusivos de los billetes de tranvía, sino también por las condiciones de vida y de trabajo de nuestros antepasados de esa época, acompañado por la falta de libertades y la opresión que atenazaba a las clases populares.


Esa huelga alcanzó su objetivo y después de ella el movimiento obrero y popular consiguió su objetivo, que el aumento de precio del billete de tranvía fuera suprimido. Después de esta Huelga, el Régimen empezó a tomar una pequeña lección de las clases populares.


No tengo datos de cuantos parados había en España, en ese año 1.951, pero creo que la situación no era muy diferente a la actual. Si en ese conflicto las clases populares no contaban con libertades, ni con partidos políticos, ni sindicatos, ni grupos de presión y lograron vencer en esa batalla a la dictadura, ahora por qué no se puede lograr.


Hoy, año 2012, contando con libertades constitucionales como libertad de prensa, partidos políticos libres, sindicatos de clase, ciudadanía europea, con todo ese bagaje el ciudadano se sienten indignado por este abuso contra la parte más débil de la población: trabajadores, estudiantes, parados, y clase media de este País.


Mientras padecemos el salario mínimo más bajo de Europa, 641 euros al mes, mientras las remuneraciones de los directivos y consejeros de entidades financieras son de escándalo, Fulano ganan 2,3 millones de Euros, Zonato 1,62 millones de Euros y Mengano 1.55 millones de Euros, para qué decir nombres...


La mayoría de esos tipos son cristianos y practicantes, yo esto no lo entiendo, bueno sí, ¿dónde está la caridad cristiana? Lástima que no exista un Cardenal Tarancón que amenace con excomulgarles. Pero ellos no tienen la culpa, sino quien permite estas atrocidades y diezmos medievales asegurando la vida de todos sus descendientes.


Pero ojo, no sólo son los tipos que he mencionado. Corramos a ver los directivos de empresas del Estado, de gobernantes, de políticos en su inmensa mayoría pues aunque no sean cristianos y se las den de progresistas, en eso del cobro son la misma clase.


Pues bien, plantemos cara y empecemos a pedir cosas imposibles. Que el nuevo fiscal del Estado, que por referencias sé de su independencia y rectitud, que atienda el interés de la mayoría de la sociedad y escudriñe, investigue y averigüe la licitud y la legitimidad de esos sueldos, y de sus receptores muchos de ellos pagados por dinero público.


Si hoy 2012 no estamos en una dictadura militar, estamos en una cosa que nos dirige la vida, eso que llaman los mercados, la canciller alemana, intereses multinacionales, especuladores y demás bichos, y otros elementos ocultos a la ciudadanía mundial y que desgraciadamente mandan en el mundo y quitan y ponen gobiernos europeos.


A los sindicatos del año 2.012, pronunciaos sobre este último aumento del billete. Si la clase obrera catalana en el 1.951, sin vosotros y por 20 céntimos de peseta paralizaron Barcelona y lograron la retirada del aumento del precio del billete de tranvía, hoy por un aumento de 55 céntimos de euro de un billete sencillo de transporte público no podéis mirar a otro lado, sino luchar contra esta injusticia y plantar cara a quien sea y como sea, así de esta manera empezaréis a servir para algo útil y ejemplar a la clase trabajadora.


No afirmo que para evitar el aumento se vaya a una huelga de viajeros como en el año 1.951, pero sí considero que existen medios de negociación contundentes que den ese fruto y, si no se encuentran, lo fácil es revisar los presupuestos y desviar las partidas necesarias para dar un precio político y social a los billetes de transporte, eso es gobernar, ahí deben luchar los sindicatos y si se atreve algún partido político que sea por lo menos independiente de los presupuestos del Estado.


Siendo atrevido, puedo pedir que los partidos de izquierda critiquen este aumento abusivo o luchen por los más desfavorecidos, así comenzarán a ganarse a los ciudadanos frente al actual gobierno. Aunque ya sé que tienen preocupaciones más importantes, sobre todo el partido socialista, su mismo ser: son nacionales, es decir, una partido español, todos iguales, o son federales, todos iguales pero menos, mientras se encuentran a sí mismos la derecha en el poder por culpa de la falta de conexión entre el partido socialista y la ciudadanía.


Pero sí les brindaré una idea para cuando vuelvan a gobernar: que fijen por Ley un salario máximo a los directivos y altos cargos de empresas públicas o privadas que no sonroje a la ciudadanía.


Estarán conmigo en que si los sindicatos y partidos de izquierda no mueven un dedo por los ciudadanos indignados por estos aumentos, la derecha gobernará en España y Cataluña por los siglos de los siglos.


No he leído ni he escuchado por parte de ningún economista progresista criticar dentro del paquete de medidas económicas presentadas por el gobierno, en concreto, la deducción por adquisición de viviendas, dado que ello conlleva nuevamente la deducción de impuestos y representa una pérdida de impuestos que deja de percibir el Estado.


Pues como ya saben y les consta, esta medida favorece a los Bancos y promotores inmobiliarios, perjudicando una vez más a la clase trabajadora.


El montante de esas deducciones, seguro que podría hacer bajar el precio del transporte público, y con eso activar y hacer crecer a la economía española, no gravando como siempre a los menos favorecidos…………...................…………………….. QUÉ PAÍS

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