Escrito por Antonio Pavón Ortiz
domingo, 08 de marzo de 2009
Cada pueblo tiene el gobierno que se merece y el pueblo en todas las elecciones tiene la razón, da su opinión de muy tarde en tarde y con poca riqueza de elección.
Como digo, ya que es de tarde en tarde que se le deja expresar al ciudadano, los gobiernos -y en esta España tenemos demasiados-, toman nota de por dónde van las preferencias de la ciudadanía. En estas líneas no voy a entrar en cifras y en número de votos y futuros gobiernos, pues considero que los amables lectores tienen suficiente información de todo ello.
Mi análisis subjetivo, y uno más con el que podrán o no estar de acuerdo, va en la línea de dejar constancia de la posibilidad de que la ciudadanía pueda y puede cambiar un gobierno, un sistema y una escala de valores. Qué bonita es la práctica de la democracia. Qué buen sistema. El mejor, según Churchill.
En Galicia simplemente los ciudadanos con sus votos le han dado la vuelta a la tortilla: han pasado del socio-nacionalismo al gobierno del PP. Han estado encamados los socialistas e independentistas, poniendo en práctica durante cuatro años la imposición lingüística, que ha hecho salir a la calle a muchos ciudadanos que se han encontrado el problema dentro de su casa, pues muchos padres no podían ayudar en las tareas colegiales a sus hijos por no dominar la lengua gallega.
La imposición no ha sido solamente lingüística, sino también cultural, intentando en las escuelas el cambio de la historia reciente de Galicia.
El partido socialista ha pagado en las urnas su coalición, el dar demasiado poder a una fuerza independentista que ni se creía el poder que tenía. No han tenido sentido de estado, pues sus compañeros de viaje no han sido leales ni con ellos ni con la Constitución española. Sr. Montilla, cuando las barbas del vecino vea cortar, ponga las suyas a remojar.
Seamos serios, ¿qué ha dado en estos cuatro años de gobierno su coalición al bienestar y la felicidad de los ciudadanos gallegos? En mi opinión, nada.. Progreso para ellos, sus amigos y familiares, creación e invención de miles de plazas de funcionario sin función, bueno sí, de vivir del cuento... He oído al futuro Presidente gallego afirmar que el bipartito, en los cuatro años de gobierno, ha creado 10.000 funcionarios nuevos, no sé si contratados o por oposición. Con razón las lagrimas de la noche electoral entre los perdedores, lloraban por la pérdida de su trabajo.
Al pueblo gallego se le han llenado las narices y ha logrado expulsar a unos que dividían y enfrentaban al pueblo desde los medios de comunicación, pasando por las escuelas, las calles y las Universidades. Bien por Galicia y los gallegos.
Imaginen los funcionarios creados en el País Vasco en los treinta años de gobierno nacionalista, pero ahí no queda eso y en la Andalucía de Chaves, que no es nacionalista, salen funcionarios por debajo de las piedras y, para no quedar atrás, mi querida Cataluña: aquí hay tres gobiernos y cada uno contrata a su aire y en sus consejerías sin ningún tipo de control por parte de Montilla. Les voy a encomendar una petición que es, supongo, misión imposible para mis tres diputados de CIUDADANOS, que averigüen desde el Parlamento de Cataluña cuántos funcionarios ha contratado o creado el tripartito catalán. Seguro que lo consiguen e informan del número a la ciudadanía, que espera esa información para poder, como han hecho los ciudadanos gallegos, responder con su papeleta de voto en las próximas elecciones. Caso que no lo consigan, por lo menos lo han intentado, pero creo que nadie, ni el presidente del Gobierno Sr. Rodríguez ZAPATERO podría averiguarlo y menos esa oficina antifraude que ha creado el Parlamento catalán vigilada por el gobierno de Montilla.
Veremos si la derecha cumple, primero su programa electoral, y si desde Madrid el Sr. Rajoy no impone su política y coarta la poca o mucha autonomía que pueda tener el recientemente elegido presidente de la junta de Galicia. Bien sabe el Sr. Feijoo que la deriva que había tomado el anterior gobierno gallego los ha descabalgado de su poltrona.
En el País Vasco, después de años y años de un gobierno nacionalista y de exclusión de los demás vascos en todas las parcelas de la sociedad, por fin, en el año 2009 puede -y digo yo, debe-, ser encargado de gobernar un señor llamado López. Ojalá ocurra cuando escribo estas líneas. Todo está muy caliente, incluso leyendo la prensa de hoy hay un periódico que dice que deben gobernar los nacionalistas aunque sea en minoría. Qué broma, señor, la pérdida del poder no la pueden soportar los nacionalistas y sus aliados.
El PNV no puede arrugarse en su esencia de nacionalismo. Miren señores y señoras, déjenme hablar de mí un momentito y por mi experiencia les digo que los nacionalistas llevan desde que nacen una máxima que defienden hasta la muerte: el gobierno de su país, sea de donde sea, es para ellos, lo de aquí es para los de aquí. Sólo se rompe ese principio no escrito hasta ahora con escasos ejemplos, si el de fuera comulga con todo lo de allí y renuncia a sus orígenes, -caso reciente, Montilla-, puede ser de los suyos, si no, no admitirían a un charnego de Presidente.
Lo que no me ha hecho mucha gracia es que algún intelectual vasco de baja estopa ha hecho alusión a que ETA ahora tiene mas posibilidad de atentar, además de decir que no todo el pueblo vasco está representando en el nuevo parlamento. Vaya, con la misma historia de siempre y el mismo cuento, a meter miedo, para qué van a servir los miles de muertos hechos por esos asesinos de ETA.
No me resisto a pedir a todos sensatez, lealtad y suerte. Felicitar a Rosa Diez y a su partido UPD, que creo van bien encaminados.
Sólo apuntar que viendo esta época de crisis, países serios y democracias potentes como Austria, Suecia, Francia, Reino Unido o Italia están cerrando sus embajadas y consulados en medio mundo, cuando en España, con nuestro presidente Zapatero mirando hacia otro lado -y por fin parece en el G20-, su socio de gobierno del tripartito catalán tiene previsto abrir nuevas embajadas en Buenos Aires, Casablanca, Méjico y parece en una importante capital asiática, ¡Viva la crisis! Yo, con perdón, me pido la de Granada, que está a 50 kilómetros de mi pueblo………………..................…QUÉ PAÍS.
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