viernes, 30 de julio de 2010

37.- La bandera de España, la tintorería, José y Josep Lluis

Escrito por Antonio Pavón Ortiz

martes, 08 de abril de 2008

Sucedió en Berlín hace pocos días y vale la pena recordarlo, pues es un síntoma de cómo funcionan la política y los políticos que representan a los ciudadanos de Cataluña en el Parlamento catalán.




Todos conocemos que uno de los peajes que está pagando, -añado yo, porque quiere-, el Sr. Montilla, es el poder en el campo de la representación internacional, que ha sido otorgada a la representación parlamentaria independentista siendo en este caso su cabeza visible el señor Josep Lluis.



En el ejercicio de ese poder y en el desarrollo del Estatuto de Autonomía que está pendiente de pasar por el Tribunal Constitucional, a toda da prisa por si el T.C. quita esa competencia, el Sr. Josep Lluis se ha propuesto abrir delegaciones de Cataluña, él las llama embajadas, en diferentes capitales: Berlín, Londres, Nueva York.



José Domingo, diputado al Parlamento Catalán por el partido CIUTADANS, inteligente, honrado, trabajador y valiente, que ya alguna vez en el Parlamento de Cataluña se las ha tenido con el Sr. Josep Lluis, -en un símil bíblico sería como David contra Goliat-, tuvo un enfrentamiento con el Vicepresidente en la inauguración de esa sede.



En Berlín, José Domingo le preguntó a Josep Lluis a qué se debía el hecho de no estar presente en la inauguración de una sede de representación exterior la bandera española, y la contestación chulesca de un miembro de la delegación de ERC fue otra de aquellas a las que nos tienen acostumbrados muchos políticos catalanes que ahora están en el gobierno y algunos en la oposición: “la bandera está en la tintorería”. Pues que sepan, desde el Sr. Josep Lluis hasta el último nacionalista, que si no fuera por la existencia de esa bandera de España que representa la libertad, la igualdad y la democracia, él y los suyos no tendrían libertad siquiera para defender sus ideas.



No puedo dejar de hablar del aspecto crematístico del costo de esas representaciones extranjeras, pero entre alquileres, personal, viajes, dietas y demás gastos que harían sonrojar a más de uno, -bueno, en el fondo les da igual, pues el presupuesto es el poder y el poder se ejerce sin que la ciudadanía pueda hacer nada-, yo me pregunto ¿no se podría destinar ese gasto a mejorar, por ejemplo, las Urgencias de los Hospitales de Cataluña?



Josep Lluis, haz una visita por los hospitales de Barcelona, más en concreto por las salas de urgencias y cuéntales a esos ciudadanos que tardan mas de cinco horas, -sí, cinco-, en ser atendidos en Urgencias, como digo, les cuentas los beneficios que otorgan a los ciudadanos y el provecho que sacamos todos de esas delegaciones o embajadas, o será que el Presidente de Cataluña te ha dado la represtación exterior de esta comunidad para tenerte entretenido y para hacerte creer que obtendrás votos de los catalanes que viven y trabajan en las ciudades donde tendremos embajadas. Aprovecha el poder, pues todo se acaba, pero que sepas que tus embajadas no las pide el pueblo de Cataluña por las calles, como tú y muchos decíais que el pueblo catalán pedía un nuevo Estatuto .................................vaya PAÍS.

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