viernes, 30 de julio de 2010

3.- Manuel Azaña: los muertos y la lengua española

Escrito por Antonio Pavón Ortiz

sábado, 15 de noviembre de 2008

Don Manuel Azaña escribió, entre otras muchas cosas, un ensayo titulado “La construcción de un Estado democrático español”. Tituló a uno de sus apartados (Los entierros) Quintana en la infausta remoción de sus huesos (1922).


Y escribe “No hay duda: desenterrar a los muertos es pasión nacional. ¡Qué incentivos secretos tienen para el español los horrores de ultratumba que no se satisface con ponderarlos a solas y ha de ir a escarbar en los cementerios a cada momento? ¿Vocación de sepultureros, realismo abyecto, necrofagia? De todo hay en esa manía…..”

Parece que en esta piel de toro lo de los muertos viene de lejos y va para largo. Siempre muertos, por ETA, por grupos musulmanes, por afganos, por atentados, por guerras, por misiones de paz y últimamente los muertos de la guerra española del año 36. Siempre lo mismo. Dejad por favor que los muertos descansen ya en paz.



Un famoso juez también quiere participar en el aquelarre y ordena que se escarbe en los cienos y los barros e identifiquen dónde, cómo, cuándo y quién ha sido enterrado o echado a la fosa común. Respetad el refrán “el vivo al bollo y el muerto al hoyo”. Hasta dónde son capaces de llegar para distraer al personal, no lo hacen sólo esos que dicen que gobiernan y les acompañan los otros que se llaman oposición y no lo son. Pero nadie va al meollo, gobernar y hacer oposición, cortar ese grifo sin control de subvenciones, dinero sin control, oneges a miles, asesores a millares, coches, comidas... esto es la bicoca. Es lo que algunos llaman el trabajo sin sudor, y qué razón tienen. Señores de la oposición, vayan a los tribunales, denuncias, querellas contra las apropiaciones, tráfico de influencias y demás lisonjas del gobierno. Pero, ¿quién tirará la primera piedra? Quien esté libre de pecado que lo haga, pero, ¿quien esta libre de pecado? -el gobierno o la oposición-. Yo creo que ninguno de los dos.



Imagínense que el nuevo presidente Obama sacara una ley de memoria histórica y venga a desenterrar a todos los muertos del KU KUX KLAN. Reacción: el Tribunal Supremo americano, en atribución de sus competencias, paralizaría de inmediato tal ley, pues en USA sí funciona la división de poderes. Y aquí y ahora qué órgano judicial, de una vez por todas, pone las cosas en su sitio y dice, mantiene, argumenta y sentencia irrevocablemente si un juez puede remover a los muertos por su propia decisión.





Para acabar vamos a dar una pincelada de otro muerto, don Manuel Azaña. De una intervención suya en las Cortes españolas, en su sesión de 27 de Mayo de 1932, (de obligada lectura) cuando se discutía en la cámara el Estatuto de Cataluña, entre otras cosas dijo D. Manuel en relación a las escuelas: “Los institutos de segunda enseñanza y escuelas normales, que ahora tiene allí el Estado, conservarán su sistema, su plan actual y estarán servidas por funcionarios del Estado. La Generalidad, en uso de su derecho, creará cuantas guste y habrá dos clases de escuelas: las escuelas, las que la Generalidad constituya, organice y mantenga y las que hay ahora en Cataluña del Estado, que seguirán enseñando en castellano, tendrán maestros del escalafón general del Magisterio y los maestros serán nombrados por el Ministerio de Instrucción Pública”.





Pero lo que ocurrió en España es que se transfirió en la transición la educación a las autonomías y sus escuelas, aleccionadas y vigiladas por furibundos nacionalistas, se han transformado en inculcadoras, a las nuevas generaciones, de doctrinas nacional separatistas, con imposición de la lengua co-oficial. Los sucesivos gobiernos de izquierdas y de derechas no usaron nunca lo que la Constitución española le exigió, la inspección de las escuelas y colegios. A eso se le llama faltar al deber constitucional por omisión, según recoge el artículo 150.2 de la Constitución Española, que exige que la ley describa las formas de control que se reserve el Estado de las competencias transferidas a las Comunidades Autónomas.





Amigos, después de leer las palabras de D. Manuel Azaña no me cabe en la cabeza que el gobierno, la oposición, el Estado, o quien sea, antes de dedicar un sólo minuto a todos los muertos no se paren a pensar lo que está pasando en Cataluña, en el País Vasco, en Baleares o en Valencia con la enseñanza prácticamente monolingüe y lo que podrá suceder en España. Si don Manuel Azaña levantara la cabeza no se creería lo que están haciendo entre unos y otros con este ...................................................................PAÍS

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