viernes, 30 de julio de 2010

19.- España 1898-2008, 110 años de la Generación del 98

Escrito por Antonio Pavón Ortiz

viernes, 24 de octubre de 2008

Tal como está España desde aquí propongo una regeneración democrática que, al igual que la generación del 98, intente cambiar, para bien, esto que han conseguido los políticos de todos los pelajes.






En esto que denominados algunos España, otros Estado Español y muchos País, en que como dijo Guerra en su día “no la va a conocer ni la madre que la parió”, empezaré por preguntar a mis conciudadanos para que, por favor, me digan algo que funcione en ESPAÑA, aunque sea sólo regular. Enumeraré cosas y más cosas como si fuera un chorro de ideas y espero que los amables lectores añadan las que estimen más convenientes.



Empecemos por las obligaciones del estado, que debe otorgar a los ciudadanos libertad, justicia y seguridad.



Libertad no existe en buena parte del territorio español, no sólo en el País Vasco. Para mí, falta de libertad es también no poder expresarte o relacionarte en la lengua oficial que eliges y que tus hijos sean educados en ella.



Justicia, ya ven ustedes, huelgas de Secretarios y cuasi huelgas de Jueces, ya vendrán luego la de los funcionarios. En este país la Justicia no recibe del gobierno las partidas presupuestarias que precisa, por eso no funciona. Al gobierno no le interesa que funcione, porque sino los ciudadanos multiplicarían sus demandas contra el gobierno.





Y acuérdense de aquello que dice “no es lo mismo tener Derechos a que te impartan Justicia”, porque seamos serios, tenemos derechos de todo tipo, desde los recogidos en la Constitución a los definidos en los Tratados Internacionales ratificados por el Estado, pero para qué, si no se pueden conseguir.





Seguridad, ahí estamos, huelga de policía nacional y guardia civil, por cuestiones económicas. El ciudadano percibe esa falta de seguridad, eso tampoco funciona. Gracias, gobierno.



Y para no alargar mucho, sólo citar lo que desde mi punto de vista no funciona: en primer lugar la estructura del Estado, 17 autonomías son demasiadas, gasto innecesario, inflación de funcionarios y cargos, amigos amígueles y asesores, coches, moquetas, comidas, secretarias... El fallo garrafal es que nadie los controla, ni la Justicia. Añadiremos las televisiones y radios locales, periódicos y revistas, gasto superfluo.





Los colegios tampoco funcionan, lean el informe Pisa, las Universidades ni pensarlo, vean como se expresan y escriben los nuevos españolitos, educando así tendrán generaciones de ciudadanos sumisos y conformistas con el poder.





La sanidad sobrecargada, listas de espera, por parte de la ciudadanía uso abusivo de este bien escaso y caro que es la sanidad, el gobierno no sabe explicarlo.





Medios de transporte, para qué decir cómo funcionan, aviones, trenes de largo recorrido, trenes de cercanías, caros y obsoletos en líneas que cuesta mantener por su escaso pasaje.



Pasemos a la economía financiera y real, sectores que no van bien, bancarios, automovilístico, construcción, naviero, alimentación, industria y pequeña industria. En todos la productividad por los suelos, y lo que faltaba, el turístico parece que también cae.



Los símbolos de España y el sentimiento de ser español por los suelos, lo enseñan ya en los colegios, insultos al Rey, falta de respeto al himno y la bandera.



Este país no se merece el gobierno ni la oposición que tiene, porque vamos a ver, qué somos en la esfera internacional, no cuentan con nosotros en los verdaderos centros de poder, ni estamos en el G20 cuando España tiene 1,44 del PIB, el Sr. Busch a devuelto a nuestro Presidente, el NO A LA GUERRA, la huida de Irak o no será por eso, que no ha invitado a España, a la conferencia internacional de Washington a la celebrar los próximo 14 y 15 de Noviembre, donde se discutir sobre el futuro de los mercados financieros y la economía mundial, explíquenselo a la ciudadanía.



Sólo hay que ver que los presupuestos del Estado se aprueban por dos partidos políticos que dicen no ser españoles. España, definitivamente, no puede ir bien. Necesitamos una Generación del 2008 recordando la del 98.





Sus principales componentes fueron Miguel de Unamuno, Valle-Inclán, Pío Baroja, Azorín y Antonio Machado. Se rebelaron y protestaron por el atraso del país, exaltaron los valores nacionales y patrióticos, aunaron su afán de reforma y reaccionaron en ese momento por la imagen lamentable que presentaba España, que había caído en la apatía y el desinterés.



Yo suscribo para la España del 2008 esos principios de la generación del 98, pero me huelo que los intelectuales no están por la labor, pues en la escala de valores de hoy en día, el pasar a la historia como un gran personaje y hombre de bien ya no se estila. Recuerdo las ideas de un miembro de esa Generación del 98:



Arrastra España su existencia deleznable, cerrando los ojos al caminar del tiempo, evocando en obsesión perenne glorias añejas, figurándose siempre ser aquella patria que describe la Historia. Este país de obispos gordos, de generales tontos, de políticos usureros, enredadores y "analfabetos", no quiere verse en esas yermas llanuras sin árboles, donde viven vida animal doce millones de gusanos, que doblan el cuerpo al surcar la tierra con aquel arado que importaron los árabes al conquistar Iberia; no se ve en esas provincias anchurosas, tan despobladas como estepas rusas; no se ve en esas fábricas catalanas, edificadas en el aire, sin materia prima, sin máquinas inventadas por nosotros, sostenidas merced al artificio de protectores aranceles; no se ve en esas minas de Vizcaya, de donde salen toneladas de hierro, que pagan los ingleses a cuatro o cinco duros, para devolvérnoslas en máquinas, cuyas toneladas pagamos nosotros por millares de pesetas; no se ve en esos vinos, que para que encuentren compradores han de filtrarse por los alambiques de Burdeos; no se ve en esas ciudades agonizantes, donde la necedad ambiente aplasta a los contados espíritus que pretenden sustraerse a su influjo; no se ve en esas Universidades de profesores interinos; en ese Madrid hambriento; en esa prensa de palabras hueras; mírase siempre en la leyenda, donde se encuentra grande y aprieta los párpados para no verse tan pequeña. Ramiro de Maeztu.



Este periodista sí era critico e independiente y pertenecía a esa generación del 98, que hace 110 años ayudo a cambiar a España. Que nazca ya la generación del 2008, si no es así tendremos que esperar que salven a España las generaciones venideras y puedan

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