viernes, 30 de julio de 2010

21.- Carlos Herrera, charnego no agradecido, premio Tolerancia

Escrito por Antonio Pavón Ortiz

lunes, 13 de octubre de 2008

Amigos, la otra noche en un Hotel de Barcelona se le entregó el XIV premio Tolerancia al periodista radiofónico CARLOS HERRERA.




Unas breves palabras de un representante de la Asociación por la Tolerancia presentando al premiado abrieron el acto. Con fina ironía y prosa florentina citó a los que se adherían a felicitar al homenajeado, destacando que en ese acto no había ninguna representación del PUC -una forma de designar al tripartito-, y CIU, es decir, los partidos políticos nacionalistas, todos menos PP, CIUDADANOS y UPD, que sí estaban representados en el premio. Echó a faltar además a la prensa y a las televisiones de Cataluña, lo que hacía, según él, que el premiado fuera todavía más acreedor del premio otorgado.



Después intervino Marita Rodríguez, ex presidenta desde hace poco de la Asociación por la Tolerancia que entregaba el premio. Ella, en un cuidado y sentido discurso, se confesó oyente de Carlos Herrera, que la despertaba y la acercaba a las noticias sin sacarle la bilis. Aludió a la legión de fósforos (seguidores del locutor) que siguen al premiado, a su guasa, sorna, tesón y a su valentía ante la contumacia de las prácticas de cualquier nacionalismo, que lo denunciaba cuando éste no respeta la Ley. Nombró al lehendakari y su último asalto al Estado de Derecho. En relación a Cataluña aludió al espectáculo que tienen montado, ya que ni los máximos representantes del estado en la comunidad -el primero de ellos el Presidente de la Generalidad- ni su gobierno cumplen las leyes y se pasan el día amenazando al Tribunal Constitucional. Por ejemplo: incumplen la Ley de banderas, -muchas veces con los votos del PSC y PP-, las tres sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña sobre la elección del idioma de los niños, tratar de no cumplir la obligación de la tercera hora en castellano, denunció que se están gastando de los presupuestos de la Generalidad millones de euros para montar escuelas de catalán en el sur de Francia cuando aquí aún hay escuelas en barracones, siguen con su proyecto de ESTADO, siendo el castellano un obstáculo a la LENGUA-NACION-ESTADO, se refirió a las multas por rotular los pequeños negocios en castellano, explicó las presiones al personal docente para que hasta en el patio se trate de erradicar el castellano, para todo ello sustentan la falacia de que se rompería la sociedad catalana si hubiese dos líneas de enseñanza en castellano y catalán, en Finlandia ocurre con el finlandés y sueco y no se ha roto la sociedad, el desastroso resultado del informe Pisa para los niños catalanes, la UNESCO ahora ya no sirve a los intereses de los nacionalistas. Para finalizar pidió a los asistentes seguir con la movilización permanente.

Después de Marita, que fue muy aplaudida, intervino la actual Presidenta de la Asociación por la Tolerancia, Elvira Fuentes, quien agradeció a Marita los doce años de su dedicación a la Tolerancia. Seguidamente habló del nacionalismo, manifestando que olía a sotanas con chapela, y seguidamente entró en la biografía del premiado: su intento de atentado, sus éxitos radiofónicos, su última entrevista al presidente Zapatero, sus criticas al Estatuto de Cataluña, que quiere propiciar el principio de bilateralidad rompiendo así la Constitución, nombró la creación de las embajadas catalanas, que cuestan un vellón, a cambio de los delirios de algún cebolleta, a la nueva Ley de educación en Cataluña que quiere tener por ley la inmersión lingüística por si ocurre algún cambio de gobierno este no la pueda variar, finalmente llamó a remover las conciencias de los ciudadanos conscientes de lo que nos estamos jugando..



Por fin habló el premiado, con su verbo fácil, a veces musical y a veces barroco, siempre sustentado por esa voz, personal e inimitable. Empezó diciendo que volver a Barcelona era pasar de la ducha fría a la ducha caliente. Contó con detalle sus vivencias la ciudad condal: su Barrio de Gracia, su familia en piso patera, sus primos, los vecinos gitanos de la calle Fraternidad, su plaza de Lesseps, siempre en obras, en su memoria un estanque con barcos de juguete, la plaza a medio hacer siempre, su 5º piso sin ascensor, la cabalgata de San Medir, que tiraba caramelos una vez al año, la calle Salmeron, la plaza del Diamante, su tío Enrique, que le hizo querer y aprender el catalán por lo bien que lo hablaba, su tía Paquita, que se marchó de Barcelona cuando tenia 20 años en tren al sur, llegando allí cuando los vencejos hacían jeroglíficos en el aire. Siempre añora Barcelona, ya no se parece a la del año 1957. La han reconstruido artificialmente, han embalsamado el centro para los turistas, existe un pensamiento único, lo del problema en las escuelas con el catalán y castellano lo tiene claro: la mitad de asignaturas en un idioma y la otra mitad en el otro. Pasó a referirse a los que estaban allí y a muchos más, dijo que para los que mandan y los medios de comunicación eran TRANSLUCIDOS, no existimos, no nos ven. Se queda atónito porque la ciudad de Barcelona se declare antitaurina. ¡Se han vuelto locos! A una ciudad no le pueden gustar los toros... qué somos, dónde vamos, qué hacemos. Fuera del nacionalismo no somos nada, es como estar fuera del sistema. Lo último que faltaba es que el PSC se convirtiera en nacionalista, acabaremos en las catacumbas siendo resistentes, Barcelona se convertirá en secundona y triste, nos visita lo peor, perdemos poder económico frente a Madrid, es un nacionalismo minucioso se detiene en cosas pequeñas, no vender muñecas gitanas ni toros de trapo, el signo del nacionalismo es el caganer (figura de barro haciendo de vientre que se pone en el Belén) No todos los habitantes de Barcelona son así, la mayoría son sensatos, no abducidos por la fiereza del nacionalismo. Habló del caso de su amigo Rubianes, qué pasaría si se quemara o insultara a Cataluña. Su abuela le dijo que es mejor que le den un premio a que no se lo den, decía su abuela qué pena de saber tanto y le cantaba coplas y que él también lo hacía por la calle Salmeron hacia su casa, no sabía si cantaba una canción o el mito entrañable llamado España. La sala estalla en un aplauso sentido y compartido con el premiado.



Después se abrió un coloquio con Carlos que, con su puro en la mano sin encender por necesidades de la vigente legislación, contestó y se floreó en sus palabras .Confeso que, después de colgar los micrófonos no le atraía la política, prefería el mundo de los toros, Para acabar, sólo un pequeño detalle, como dijo el primer interviniente, al acto no acudió ni una cadena de TV, ni de radio, y los periodistas brillaron por su ausencia. Y yo me pregunto si este hombre, que mueve y despierta a millones de españoles, acaso no se merecía más atención por este domesticado cuarto poder que vive amordazado en CATALUÑA..................QUÉ PAÍS.

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